Los virus y troyanos son amenazas comunes, pero el rootkit es otro estilo. Actúa como un fantasma, sin que lo notes ni lo veas, y se instala en el corazón de tu sistema operativo, volviéndose prácticamente indetectable para los antivirus tradicionales y dándole a un atacante un acceso de administrador sin restricciones. Su mayor peligrosidad reside en su capacidad de camuflaje, de modo que puede permanecer en tu sistema durante mucho tiempo, robando información y tomando el control sin dejar rastro.
¿Qué es un rootkit? Definición
Una definición de rootkit es la de un tipo de malware sigiloso y persistente que se oculta en lo más profundo de un sistema operativo, lo que lo hace muy difícil de encontrar y eliminar.
Un rootkit es un tipo de software malicioso (malware) diseñado para otorgar acceso y control de acceso en remoto no autorizado a un sistema informático sin ser detectado, ocultando su presencia y las actividades del atacante durante un largo período. Estos programas permanecen ocultos al modificar los componentes del sistema operativo y las utilidades, permitiendo al delincuente espiar, robar datos (como información bancaria o contraseñas) y lanzar ataques desde el sistema infectado.
¿Cómo funcionan los rootkits?
Los rootkits son bastante peligrosos por su forma complicada de trabajar. No son solo un archivo malicioso, sino que se instalan en el centro del sistema operativo para no ser detectados. Su funcionamiento se basa en cuatro aspectos clave:
Ocultamiento
Su princi͏pal rasgo es l͏a habilidad par͏a ocult͏arse ellos mismos y a cualquier otro malware que traiga͏n cons͏igo. ͏L͏o hace͏n cambiando la manera en la que el sistema operativo͏ y las he͏rramientas de seguridad miran y analizan los archivοs y procesos, lo que deja al rootkit y a sus archi͏vos ocultos.
Control no autorizado
Una vez instalados, son una vía por la que el atacante puede acceder al dispositivo libremente, actuando a voluntad. Con los permisos de administrador, el ciberatacante puede hacer lo que le plazca, desde ejecutar comandos hasta activar la cámara, robar información y todo lo que quiera.
Persistencia
Su diseño busca quedarse en el sistema de manera oculta e indefinida. Se instalan en lo más profundo del sistema operativo o incluso en el firmware. De ese modo, detectarlos y eliminarlos es muy difícil.
Modificación del sistema
Pueden alterar el funcionamiento normal del sistema operativo y otros programas para esconder su actividad. Por ejemplo, pueden desactivar el software antivirus, modificar el registro del sistema o manipular el kernel para redirigir las solicitudes de archivos y procesos, engañando a las herramientas de seguridad.
Tipos de rootkits
Los rootkits se clasifican según la forma en que se instalan y operan dentro del sistema. Aunque todos buscan el mismo objetivo de ocultarse, lo hacen a diferentes niveles del sistema operativo.
Rootkits de firmware o hardware
Estos rootkits no se centran en el sistema operativo, sino en los componentes físicos de tu equipo, como el disco duro, el router o incluso el BIOS. Una vez que infectan el firmware, pueden registrar todo lo que escribes y haces en internet. Son una amenaza seria para la seguridad en línea, aunque no son tan comunes.
Rootkits del cargador del sistema operativo
Estos rootkits atacan el sector de arranque, el mecanismo que inicia el sistema operativo. Lo reemplazan con una versión modificada, lo que les permite activarse incluso antes de que el usuario empiece a trabajar en su equipo.
Rootkits de memoria
Se ocultan en la memoria RAM del dispositivo y aprovechan sus recursos para llevar a cabo actividades maliciosas. Aunque afectan el rendimiento, no son una amenaza persistente, ya que la mayoría desaparece al reiniciar el sistema. Sin embargo, un volcado de memoria puede ser útil para su detección y eliminación completa puede requerir un trabajo adicional.
Rootkits de aplicación
Estos rootkits reemplazan archivos legítimos de programas populares como Microsoft Office o Paint. Cada vez que el usuario abre una de estas aplicaciones, los atacantes obtienen acceso al equipo. Son difíciles de detectar para el usuario porque los programas siguen funcionando con normalidad. No obstante, las soluciones de seguridad pueden encontrarlos, ya que operan en el mismo nivel.
Rootkits de modo kernel o núcleo
Son los más peligrosos y avanzados. Operan a nivel del núcleo (kernel) del sistema operativo, lo que les da el máximo control y la capacidad de modificar las funciones más esenciales del sistema para ocultar su presencia y la de otros programas.
Rootkits virtuales
Se instalan por debajo del sistema operativo. Una vez ahí, ejecutan el sistema operativo original en una máquina virtual para interceptar todas sus interacciones con el hardware. No necesitan modificar el núcleo del sistema operativo para operar, lo que los hace muy difíciles de detectar.
Ejemplos de ataques con rootkits
A lo largo de los años, los rootkits han sido la herramienta principal en algunos de los ataques cibernéticos más notorios y sofisticados del mundo. Algunos de los más famosos son:
- Stuxnet: Este gusano usó un rootkit para pasar desapercibido en los sistemas que infectaba. Su objetivo era sabotear las instalaciones nucleares de Irán, y el rootkit fue clave para que pudiera manipular los sistemas industriales sin ser detectado.
- ZeroAccess (también conocido como ZAccess o Sirefef): Esta botnet fue una de las más grandes y sofisticadas. Usaba un rootkit muy avanzado para ocultarse en millones de computadoras, donde se dedicaba al fraude de clics y a la minería de criptomonedas, todo sin que los usuarios se dieran cuenta.
- Necurs: Conocida por ser una de las mayores redes de bots de spam, Necurs también usó un rootkit. Este le permitía a la botnet mantenerse oculta en los sistemas, evadiendo los antivirus para seguir enviando miles de millones de correos no deseados.
- Rootkit de Sony BMG: Es el primer rootkit conocido que ganó notoriedad pública. En 2005, se reveló que algunos de sus CD de música para Windows instalaban un programa de protección de copias llamado Extended Copy Protection (XCP). Este software funcionaba como un rootkit: se escondía dentro del sistema operativo para pasar desapercibido, pero al hacerlo, creaba una vulnerabilidad que otros programas maliciosos podían explotar.
Propósito de los rootkits
Los rootkits son una herramienta de ataque versátil que permite a los ciberdelincuentes lograr múltiples objetivos. Su capacidad para pasar desapercibidos es lo que los convierte en un arma tan valiosa, permitiéndoles llevar a cabo actividades maliciosas de manera prolongada. Se utilizan para diversas finalidades, incluyendo:
- Robo de información: El objetivo más común es el robo de datos sensibles. Un rootkit puede interceptar contraseñas, credenciales bancarias, números de tarjetas de crédito y otra información persona, enviándola directamente al atacante.
- Espionaje: Facilitan el espionaje al permitir que el atacante observe y espíe a los usuarios de forma encubierta. Pueden grabar la actividad del teclado (keyloggers), tomar capturas de pantalla o incluso activar la cámara y el micrófono del dispositivo.
- Lanzamiento de otros ataques: Los rootkits pueden usar el ordenador o dispositivo infectado para que el propio atacante lo use para seguir cometiendo delitos. Usan ese dispositivo para lanzar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), ataques de spam a gran escala o como parte de una botnet.
- Instalación de más malware: Un rootkit suele dejar abierta la puerta para instalar otras amenazas como ransomware, troyanos, adware, cryptojacking, spyware o cualquier otro tipo de software malicioso sin que se note.
Señales de un ataque de rootkit
Detectar un rootkit es complicado, pues están creados para ocultarse y que nadie los detecte. Sin embargo, su actividad en segundo plano puede hacer que notemos el nuestro sistema un poco más lento, inestable o haciendo cosas raras. Algunas señales sutiles que deberían alertarnos de una posible una infección son:
- Comportamiento errático del sistema: Si tu dispositivo tiene bloqueos frecuentes, se reinicia solo o te aparece la temida pantalla azul y no hay causa aparente, ponte alerta.
- Disminución repentina del rendimiento: Todo comienza a ralentizarse, incluso cuando aparentemente no vemos que se estén ejecutando programas o que tenemos programas que no demandan mucho.
- Actividad inusual en la red: Si tu ordenador está inactivo y el tráfico de red aumenta podría ser que el rootkit está robando información y enviándola o que forma parte de una botnet.
- Software de seguridad deshabilitado: Te encuentras que tu software antivirus, tu software de seguridad, las funciones del antivirus o el firewall está deshabilitado y no puedes reactivarlos.
- Configuraciones del sistema alteradas: De pronto, la configuración de tu navegador, el escritorio o el registro de Windows cambia sin tu permiso y no puedes revertir los cambios.
Cómo eliminar rootkits
La eliminación de un rootkit no es sencilla, se necesita software y herramientas especializadas, porque están diseñados para esconderse de los métodos de detección habituales. Vamos a ver cómo eliminarlos según sea el sistema operativo.
- En Windows: Los rootkits suelen integrarse en lo más profundo del sistema, de modo que el simple escaneado de antivirus puede no ser suficiente. Lo mejor es utilizar un escáner anti-rootkit especializado y ejecutarlo en Modo seguro porque ahí el rootkit no se puede activar del todo. Para las infecciones más avanzadas que persisten, la única solución garantizada es realizar una copia de seguridad de tus archivos personales y reinstalar el sistema operativo desde cero.
- En macOS: Aunque las protecciones nativas de macOS (como System Integrity Protection, o SIP) dificultan la operación de muchos rootkits, no los hacen inmunes. Para un rootkit de modo de usuario, un sencillo escaneado con un software antivirus de confianza puede ser suficiente. Sin embargo, para amenazas más profundas, se recomienda realizar una instalación limpia del sistema operativo, restaurando los archivos desde una copia de seguridad limpia y fiable.
Si bien ningún antivirus puede garantizar una protección del 100% contra los rootkits más sofisticados, la mayoría ofrece una capa de seguridad esencial. Surfshark antivirus ofrece una capa adicional de protección y ayuda a detectar y neutralizar algunos de los rootkits más comunes, especialmente los menos sofisticados o los que operan a nivel del gestor de arranque o los módulos del núcleo detectables por heurística. Pero probablemente no garantiza la protección contra todos los rootkits, especialmente los profundamente incrustados, los sigilosos o los que se encuentran a nivel de firmware/bootloader. Su uso constante es una medida preventiva valiosa.
¿Cómo puedes protegerte de los rootkits?
La mejor manera de lidiar con un rootkit es evitar que entre en tu sistema en primer lugar. A diferencia de un virus común, un rootkit es mucho más difícil de eliminar, por lo que la prevención es la estrategia más eficaz. Adoptar hábitos de seguridad digital sólidos te ayudará a mantener a raya a estas amenazas:
- Sé cauteloso con los archivos desconocidos: No abras adjuntos de correo electrónico ni descargues archivos de remitentes que no reconoces. Incluso si un correo parece venir de un contacto de confianza, verifica que no sea una estafa de phishing diseñada para engañarte.
- Descarga software de fuentes confiables: Obtén programas, aplicaciones y actualizaciones directamente de los sitios web oficiales del fabricante o de tiendas de aplicaciones verificadas. Las descargas de sitios de terceros a menudo están repletas de malware oculto.
- Mantén tu sistema y software actualizados: Las actualizaciones de software no son opcionales. Regularmente, los fabricantes liberan parches para corregir vulnerabilidades recién descubiertas. Mantener tu sistema operativo y aplicaciones al día cierra las puertas que los atacantes podrían usar para infiltrarse.
- Utiliza un software de seguridad confiable: Un buen o el mejor antivirus o suite de seguridad con capacidades anti-rootkit puede detectar y bloquear estas amenazas antes de que tengan la oportunidad de instalarse. Asegúrate de que las herramientas de software estén siempre activas y actualizadas.
Consideraciones finales
En el complejo mundo de las amenazas cibernéticas, el rootkit se destaca por su capacidad de camuflaje. Diseñado para operar en las sombras, representa una de las amenazas más serias al control y la privacidad de tu información.
Al entender qué es, cómo funciona y cuáles son sus señales, te empoderas para proteger tus dispositivos. Si bien la detección puede ser un desafío, la prevención es tu mejor arma. Practicar una higiene digital rigurosa y estar siempre alerta son los pasos más importantes para protegerte de esta y otras amenazas en el vasto universo digital.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué es un rootkit y cómo funciona?
Un rootkit es un tipo de software malicioso que se esconde a sí mismo y a otros programas dentro de un sistema operativo. Funciona al alterar las funciones del sistema, lo que le permite volverse invisible para la mayoría de las herramientas de seguridad. Esto le da a un hacker el control total del dispositivo sin ser detectado.
¿Qué hace un rootkit?
Una vez instalado, un rootkit le concede al atacante un acceso y control total sobre el sistema infectado. Sus fines son maliciosos, buscan robar información personal, espiar, usar el equipo para lanzar ataques DDoS e incluso instalar más malware.
¿Windows Defender detecta rootkits?
Sí, Windows Defender y la mayoría de los antivirus modernos tienen la capacidad de detectar algunos rootkits, pero los que son menos sofisticados o que ya son bien conocidos. Pero, hay que tener cuidado porque los rootkits más nuevos evaden estas herramientas.
¿Qué es un ataque de malware?
Un ataque de malware es cualquier acción maliciosa en la que se utiliza un software diseñado para dañar, infiltrarse o tomar el control de un sistema informático. Aquí se incluyen muchas amenazas, como virus, troyanos, ransomware y, por supuesto, los rootkits.