Cuando te conectas a una VPN, tus datos están protegidos por protocolos de cifrado y seguridad líderes del sector. Si se cae tu conexión VPN, un Kill Switch corta tu conexión a Internet.
De este modo, no estarás online sin la protección de una VPN y no se filtrará ningún dato sensible.
Una vez activada, esta prestación funciona silenciosamente en segundo plano: no tienes que mover un dedo.