Los protocolos VPN son conjuntos de reglas que definen la configuración de una red privada virtual. Se encargan de tareas importantes como la autorización, la autenticación, el cifrado, la captura del tráfico y el transporte.
El proveedor de VPN los aplica para que puedas enviar tus datos de forma segura a través de Internet para navegar en sitios web, usar redes sociales o hacer prácticamente todo lo demás en línea.
Los beneficios de un protocolo VPN dependen de lo bien que el proveedor de VPN haya establecido su infraestructura. También lo complementan diversos beneficios que el proveedor haya introducido en su cliente (es decir, aplicación), como la ofuscación de los servidores y la suplantación de GPS.