Cuando utilizas Internet, dejas un rastro de datos, denominado huella digital. Incluye prácticamente todo lo que haces en Internet, desde los sitios web que visitas hasta lo que publicas en las redes sociales e incluso tu actividad bancaria online.
Puede que no prestes demasiada atención a estas actividades cotidianas, pero pueden exponerte a ti y a tus dispositivos, datos e identidad a diversas amenazas online.
Por eso la seguridad digital es crucial para cualquiera que se conecte a Internet. Descuidarla podría dar lugar a filtraciones de datos, pérdidas económicas, información privada expuesta, daños a la reputación e incluso consecuencias legales.